Escuela de Patinaje Artístico Los Ángeles
Pasión sobre ruedas
Por Soledad Durán B.

En la pista techada del polideportivo de Los Ángeles, el sonido de los patines sobre el suelo marca los gráciles giros y saltos de decenas de niñas y jóvenes que han encontrado en el patinaje artístico una pasión. Allí, en medio de las miradas atentas y orgullosas de los padres y madres que acompañan a sus hijas, se despliega la historia de la Escuela de Patinaje Artístico Los Ángeles, fundada por la entrenadora Romina Vega, una ex patinadora de alto rendimiento que decidió transformar un taller recreativo en una comunidad deportiva.

“En 2016 dimos forma a la escuela, después de que el taller municipal se llenara de niñas que no querían dejar de patinar. Los apoderados estaban muy involucrados y varios de ellos siguen hoy con sus hijas, acompañándonos en esta aventura”, recuerda Romina.
Esos primeros años no estuvieron exentos de sacrificios, pero sin duda, las ganas podían más. Entrenar al aire libre, bajo el frío intenso del invierno angelino o el sol agobiante del verano, ponía a prueba la voluntad de las niñas y la paciencia de los padres. “Era duro, tanto para ellas como para los apoderados, pero hoy contamos con un patinódromo techado y es un privilegio, porque esta pista nos permite entrenar sin importar la lluvia ni el calor extremo”, explica.
La escuela reúne actualmente a más de sesenta alumnas organizadas en distintos niveles: Baby, Inicio, Intermedio y Avanzado. Desde los tres años y medio, cualquier niña con cierta autonomía corporal puede tomar una clase de prueba. “Antes de inscribirse, las niñas pueden comprobar si es el deporte que les gustaría practicar, si les acomoda trabajar en equipo y seguir instrucciones, entre tantas otras cosas que pasan en una clase de patinaje. Asimismo el apoderado puede observar el ambiente familiar que hemos construido”, comenta la entrenadora.

Romina Vega, fundadora y entrenadora
El aprendizaje técnico convive con valores que Romina considera fundamentales, como son la disciplina, la constancia, el compañerismo y la honestidad. “Nos hemos transformado en una familia deportiva, que se cuida, se quiere y se respeta, pero por sobre todas las cosas, comparte la misma pasión”, asegura.
El impacto de este trabajo ha permitido que, desde hace cinco años, la escuela compita en la Liga Nacional de Patinaje Artístico Nello Magnolfi, con viajes que van desde el norte al sur de Chile. Varias alumnas se han consagrado campeonas nacionales en distintas categorías, mientras otras han representado a la ciudad en competencias internacionales; y para 2026 ya se proyecta una temporada con escalas en el extranjero. A ello se suma su tradicional y tan esperada Gala de fin de año, un espectáculo temático que transforma la pista en escenario y a las patinadoras en protagonistas.
Para la entrenadora “Cada día es especial, cada alumna es un mundo maravilloso de espontaneidad. Nos hemos convertido en más que entrenadora y alumnas en una familia en patines que se quiere”, dice con emoción. Y cuando llega el instante de competir, confiesa que es la mejor sensación que puede experimentar, “siento que patino a través de ellas. Verlas enfrentarse a la pista después de meses de trabajo y obtener sus logros es indescriptible”.
A 9 años de su fundación, la Escuela de Patinaje Artístico Los Ángeles ha crecido no sólo en número de integrantes, sino también en afectos, aprendizajes y triunfos compartidos. La gran responsable de estos logros es Romina Vega, quien con su dedicación y pasión por este deporte, observa, cada día, cómo se iluminan los rostros de sus alumnas que con delicados movimientos se deslizan con fluidez sobre sus patines.
