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Viviana Canario y su visión de la belleza con propósito:

“Sentier es mi esencia”

Con más de dos décadas de trayectoria, esta estilista angelina ha construido un salón donde la estética se convierte en bienestar y cercanía, combinando su talento con la dedicación a la familia y un compromiso con la sustentabilidad.

Por Soledad Durán B./ Fotografías: Vía Producciones

Desde lo alto del edificio Puerto Mayor II, en el sector Plaza Pinto de Los Ángeles, la vista es cautivante. La ciudad se despliega a los pies de quienes visitan el sexto piso, donde un espacio cuidadosamente diseñado abre sus puertas: Sentier, el nuevo salón de belleza de Viviana Canario Villa. Un lugar moderno y acogedor, decorado hasta el último detalle por su propia dueña, quien ha dedicado su vida a la peluquería y al arte de realzar la belleza de cada persona que cruza su puerta.

El interés de Viviana por el mundo del estilismo surgió desde su infancia. “Acompañaba a mi mamá a la peluquería y me quedaba mirando, maravillada. Me fascinaba ver cómo las peluqueras trabajaban, cómo transformaban a las personas”, recuerda. Desde entonces, supo a qué quería dedicarse cuando fuera grande. Pero su camino no fue fácil; siendo madre joven, tuvo que compatibilizar la crianza de su hija con su deseo de construir un futuro.

Con una combinación de talento, esfuerzo y visión, desde tercero medio comenzó a estudiar peluquería en paralelo a su educación escolar. Así, al egresar de enseñanza media, ya tenía un respaldo para  iniciar su carrera. De inmediato consiguió trabajo en un céntrico salón y a poco andar surgió otra oportunidad laboral. Con sólo 19 años, fue parte de los programas de capacitación de la Municipalidad de Los Ángeles, impartiendo clases a mujeres jefas de hogar. “Al principio estaba temerosa, porque era muy joven, pero me di cuenta de que más allá de enseñar técnicas, estaba entregando herramientas para que esas mujeres pudieran salir adelante”, relata. Esa etapa, que se extendió por una década, marcó su vida y reforzó su convicción de que la belleza es una forma de empoderamiento.

Años más tarde, dio el gran paso y se estableció con su propio salón y en el día a día, se dio cuenta de que su pasión por la peluquería debía complementarse con otros conocimientos, por lo que decidió estudiar Administración de Empresas con mención en Marketing en Inacap. “Comprendí que no basta con ser buena en lo que hago, sino que también debía aprender a manejar mi peluquería, entender los costos, la planificación y, sobre todo, la importancia de la difusión”, explica. La formación en marketing le abrió un mundo de posibilidades, permitiéndole aprovechar las redes sociales y otras plataformas digitales para posicionar su salón y captar nuevas clientas. “Fui de las primeras en mi rubro en hacer videos del antes y después de cada trabajo, lo que ayudó muchísimo en dar a conocer mi estilo”, añade.

Un espacio donde la belleza y la conciencia van de la mano

La decisión de trasladarse a Puerto Mayor II fue una evolución natural. Durante años, soñó con un espacio que reflejara su crecimiento y le permitiera seguir brindando la atención cercana que la distingue. “Siempre me gustó este sector, llevo diez años aquí. Cuando vi este edificio, supe que este sería mi próximo lugar”, cuenta. Sentier, es una extensión de su esencia, donde cada detalle ha sido pensado por Viviana para que las clientas se sientan especiales. “Aquí las mujeres vienen a verse y sentirse bien. Es un lugar diseñado para ellas, donde pueden relajarse y desconectarse del mundo por un momento”, afirma.

En su salón, la estilista ofrece un servicio integral de belleza. Su equipo, compuesto por cinco profesionales, se especializa en peluquería, coloración, cortes de tendencia, manicure, laminado de cejas y microblading. “Me gusta estar siempre actualizada, conocer las tendencias y proponer cambios a mis clientas. No se trata solo de hacer un corte de pelo, sino de asesorarlas para que luzcan lo mejor posible”, afirma. La personalización de los servicios es una de las claves de su éxito.

Pero su compromiso con su rubro va más allá de la estética. Como una de las fundadoras de la Asociación Gremial de Profesionales de la Belleza del Biobío (AGPB), ha trabajado para mejorar las condiciones del gremio y generar conciencia sobre la sustentabilidad. Sentier forma parte de la iniciativa Motchil, un proyecto de la Fundación Matter of Trust Chile que consiste en recopilar cabello reciclado para crear productos que ayudan a regenerar el suelo y limpiar el agua. “Un solo corte de pelo puede limpiar hasta 10 mil litros de agua. Es impresionante”, dice con orgullo. Además, ha liderado acciones de reforestación y reciclaje, demostrando que la belleza y la conciencia ambiental pueden ir de la mano.

A pesar de sus logros, Viviana mantiene los pies en la tierra. La humildad y el esfuerzo son valores que aprendió de sus padres. “Mi papá era mecánico y mi madre, comerciante, siempre me enseñaron a tratar a todos con respeto y a no creerme superior que nadie. En nuestra casa, la puerta siempre estaba abierta para quien lo necesitara. Eso lo llevo conmigo hasta hoy”, cuenta. Esos valores se reflejan en su trato con las clientas, en su forma de llevar el negocio y en su convicción de que el crecimiento no se mide sólo en cifras, sino en la calidad de los lazos que construye.

El vínculo con sus clientas es tan fuerte que muchas de ellas han sido parte de su vida durante años. “He visto crecer a sus hijos, he compartido sus alegrías y sus momentos difíciles. Muchas veces la gente necesita que uno la escuche y desde ahí se puede ayudar, porque no todo es negocio, es mucho más, es querer el trabajo que se hace, y querer a tus clientas”, dice emocionada.

A lo largo del tiempo, su vida también cambió en el ámbito personal. Con 23 años de diferencia, tuvo a su segunda hija tras someterse a tratamientos de fertilidad. “Fue un proceso largo y difícil, pero finalmente logré ser madre nuevamente”, confiesa. Hoy, la crianza de su pequeña la lleva a replantearse su ritmo de trabajo, buscando el equilibrio entre su pasión por la peluquería y el tiempo que desea dedicar a su familia. “No quiero perderme ninguna etapa de su crecimiento, así que busco compatibilizar ambas cosas”, explica.

Además, ha comenzado a involucrarse en el negocio familiar junto a su esposo, dedicado a la comercialización, ya que siempre ha sentido interés por el mundo de las relaciones públicas y el emprendimiento. “Me gusta conocer gente, aprender de otros rubros y expandir mis conocimientos. Es una manera de seguir creciendo”, señala.

Para Viviana, el éxito no está en la expansión masiva, sino en la consistencia y la cercanía. “No me interesa tener muchos salones ni convertirme en una franquicia. Quiero seguir ofreciendo lo mejor en este espacio, con el mismo nivel de dedicación y vínculos que he construido con mis clientas y las nuevas que quieran venir a conocer y a atenderse en Sentier”, asegura. Su enfoque se mantiene en seguir perfeccionándose, capacitándose y entregando lo mejor en cada atención.

Con más de dos décadas de trayectoria, Viviana Canario ha logrado crear un espacio donde la estética se une con la confianza, la calidez y el profesionalismo. Un lugar donde cada detalle habla de su pasión por lo que hace y de su genuino interés por quienes confían en su trabajo. Y, sobre todo, un reflejo de la mujer que es: fuerte, perseverante y comprometida con su comunidad.