HOTEL SALTO DEL LAJA
El Legado de la Familia Puffe
Por Soledad Durán B.

En el restaurante del Hotel Salto del Laja —desde donde se puede admirar el río y las caídas de agua— se respira una historia que ha atravesado generaciones. En uno de sus salones está Martín Puffe Zlatar junto a su madre, Sonia Zlatar, listos y dispuestos a compartir su historia; poco a poco, entre sus palabras aparecen recuerdos de la familia que dio origen a uno de los establecimientos más emblemáticos del turismo regional.

Sonia Zlatar y Martín Puffe Klapp
La trayectoria del hotel se entiende mejor mirando hacia atrás. A fines del siglo XIX, el agrónomo alemán Máximo Puffe Dittmar adquirió el fundo La Aguada, iniciando un fuerte vínculo entre la familia y estas tierras. Décadas más tarde, su hijo Enrique, compró 35 há. junto a los Saltos del Laja con el objetivo de ofrecer un destino de interés para viajeros nacionales y extranjeros; su visión dio forma a la antigua hostería que se inauguró alrededor de 1955. Con el tiempo, ese proyecto pionero se transformó en el complejo turístico que hoy recibe a visitantes de todo Chile y el mundo.

Martín junto a su madre
Martín Puffe Klapp, figura central en la consolidación del hotel y padre del actual gerente general, aportó un sello decisivo. Siendo muy joven viajó a Heidelberg, Alemania, para estudiar hotelería y regresó a los 23 años con los conocimientos que modernizaron la operación familiar, ampliando de 12 habitaciones a las actuales 47. Durante décadas trabajó intensamente, convirtiéndose en el alma del proyecto, posicionando el restaurante como un símbolo del sector y parada obligada camino al sur del país. Hoy, debido a complicaciones de salud, ya no participa activamente, pero su presencia se siente en cada decisión y en la admiración con la que su familia recuerda su labor. “Mi papá me enseñó honestidad, respeto por las personas y la naturaleza, y a disfrutar la vida más allá de la ambición”, señala Martín, visiblemente emocionado. Sonia agrega que para su esposo el hotel era parte inseparable de su vida, “Pensar en vender habría sido como sacarse el corazón”.

Martín Puffe Zlatar
Ese legado es el que hoy impulsa a Martín Puffe Zlatar, ingeniero comercial con experiencia en la banca y con años de formación práctica en Londres, donde trabajó en hoteles como The Ritz, adquiriendo estándares y métodos que hoy aplica en el Salto del Laja. Desde su regreso, ha modernizado procesos, incorporado servicios y fortalecido la identidad del hotel sin perder la esencia familiar.
Las habitaciones son un reflejo de ese equilibrio entre tradición y modernidad, con ambientes cálidos y detalles que evocan la historia del lugar, ofrecen una experiencia de descanso acompañada por vistas privilegiadas a la vegetación, al río y, en varias de ellas, a las propias cascadas. La atmósfera invita a la desconexión con amaneceres con neblina sobre el agua, atardeceres que cubren con su luz dorada los jardines y la posibilidad de dormir escuchando el sonido constante del Laja.
La atención es otra de las características distintivas del hotel. Un equipo estable —con colaboradores que llevan décadas— permite asegurar un servicio cercano y esmerado, donde el huésped es recibido con la calidez de un proyecto verdaderamente familiar. Sonia, quien trabajó codo a codo junto a su marido, ha sido parte importante en el desarrollo del hotel desde su juventud –cuando al casarse a los 20 años, dejó su vida en Santiago y sus estudios de enfermería– comenta que “Hemos tenido un muy buen matrimonio, ha sido muy bonito vivir acá, me siento feliz”. Su labor actualmente, “es más desde afuera” sin embargo, siempre está presente para apoyar a su hijo en la toma de decisiones.

En la propuesta gastronómica también se ve la mano de la familia, ya que la carta del restaurante rescata recetas de la cocina original de los Puffe, con platos de influencia europea como trucha, pato y ciervo preparados con técnicas caseras y productos locales. La pizzería, incorporada en los últimos años, ofrece una masa de fermentación prolongada y sabores que han conquistado tanto a huéspedes como a visitantes de la zona. A eso se suma la cervecería Puffe, que nació en 2012 como un emprendimiento de Martín tras su experiencia en Europa y que se ha convertido en un sello del hotel. Elaborada de forma artesanal, su presencia se ha expandido a bares y restaurantes de Los Ángeles y Concepción.
El futuro del hotel contempla nuevos proyectos, todos alineados con la idea de preservar la esencia. Entre ellos destaca la creación de un museo histórico dentro del complejo, donde se exhibirán fotografías, objetos y documentos que narran la evolución del lugar desde el fundo La Aguada hasta la actualidad. También se proyectan remodelaciones de habitaciones, la incorporación de un spa y el fortalecimiento del centro de eventos –un salón con capacidad para 200 personas– ideal para matrimonios, conferencias y celebraciones corporativas y familiares.
A través de la conversación, se advierte que la continuidad generacional es un deseo explícito, cuando Martín menciona con ternura a su hijo, también llamado Martín, quien ya muestra cariño por el entorno y disfruta de la naturaleza tanto como su abuelo. Para la familia, esa semilla es fundamental para mantener vivo el legado de quienes fueron pioneros en Salto del Laja.

Así, frente a uno de los paisajes más reconocibles del Biobío, el Hotel se mantiene como un punto de encuentro entre tradición, servicio y memoria. Su historia, construida con dedicación, formación y afecto, sigue escribiéndose día a día. Y en cada habitación, en cada plato y en cada vista al río, es posible intuir que este lugar no sólo ha sido testigo del paso del tiempo, sino también guardián de una herencia que continúa transmitiéndose de generación en generación.
Dirección: Ex Ruta 5 Sur Km 485, Sector Salto Del Laja, Los Ángeles, Chile
Teléfono: +56 9 65901487/ +56 9 6612 9220
Correo: info@saltodellaja.cl
Web: Hotel Salto del Laja – Ven a descansar en la naturaleza
Instagram: @hotelsaltodellaja
