Una Revista Con Identidad Local

Entrevista

Gabriela Méndez Aros
La difusora del patrimonio arquitectónico angelino que hoy suma un FONDART Regional

Por Soledad Durán B.

Quienes leen habitualmente Vía Los Ángeles reconocerán de inmediato su nombre. A lo largo de estos años, Gabriela Méndez Aros se ha convertido en una presencia familiar para nuestros lectores, a través de sus columnas, siempre claras, didácticas, que invitan a la reflexión y que han abierto conversaciones en torno a la arquitectura local, la memoria urbana y el patrimonio que, gracias a ella, aprendimos a mirar de otra manera.

Cuando la entrevistamos en 2021, en la edición que celebró nuestro 10° aniversario, Vanos Angelinos –la cuenta de Instagram donde comenzó a compartir su trabajo– llevaba apenas un mes. Aún así advertí que había algo inconfundible en sus publicaciones, un modo de observar la ciudad con sensibilidad, profesionalismo y un fuerte arraigo territorial. Aquella primera intuición editorial, me hizo pensar que se trataba de una mujer y que era arquitecta. No me equivoqué, y luego de contactarla telefónicamente, pude constatar que lo que Gabriela estaba construyendo en redes sociales dialogaba estrechamente con uno de los ejes que ha guiado siempre a esta revista, y que es poner en valor nuestra identidad local, visibilizar lo propio y fortalecer la memoria de Los Ángeles.

Con el tiempo, esa afinidad se volvió una colaboración permanente. Gabriela continuó investigando, recopilando material y reconstruyendo la evolución de la ciudad a partir de sus edificios y estilos arquitectónicos. Su trabajo se consolidó como una referencia para quienes buscan comprender el territorio desde su dimensión patrimonial, y su voz se integró a estas páginas, donde hoy es parte estable como columnista.

Su trabajo constante, afecto por la ciudad y compromiso con la divulgación, acaba de recibir un reconocimiento mayor, mediante la adjudicación de un FONDART Regional, que permitirá transformar su investigación en una guía impresa, rutas patrimoniales, material educativo y un programa de talleres abiertos a la comunidad. Un proyecto que amplía el alcance de su labor y entrega a Los Ángeles herramientas concretas para seguir leyendo su historia.

¿Qué te impulsó a dar el paso hacia una postulación FONDART?

Me interesa mucho la democratización del conocimiento, porque considero que es la manera en que todos sepamos lo que tenemos y de esta forma poder valorarlo, entender que es parte de nuestra identidad e incentivar a traspasar este conocimiento a las futuras generaciones. Lo que me motivó a generar la postulación en 2024 y no antes, fue porque consideré que ya tenía una base de investigación bastante armada, así como también ya había adquirido experiencia realizando talleres y docencia para transmitir información de manera clara y lúdica.

¿Qué significó para ti que esta iniciativa nacida en redes sociales recibiera financiamiento regional?

Una tremenda alegría, porque es importante que los proyectos que se financien no siempre sean centralistas; en este caso, financiar un proyecto de provincia es un gran aporte para la comunidad. Por otro lado, una alegría que el conocimiento e investigación que he estado desarrollando en estos cuatro años pueda ser traspasado a la comunidad que habita este territorio, no quede solo en una nube virtual, sino que se traspasará de forma directa a las personas, por medio de talleres y quedará en un documento físico que podrá ser consultado cada vez que alguien lo necesite.

¿Cómo está estructurado tu proyecto FONDART?

El proyecto consta de una guía impresa con fotografías, textos y rutas; postales con dibujos de edificaciones icónicas realizadas por artistas del colectivo UNA LÍNEA –del cual formo parte y soy una de sus fundadoras– y actividades de mediación con la comunidad en general, como charlas y talleres diferenciados por edades.

¿Qué esperas generar en las personas que participen en estas actividades?

Busca entregar conocimientos básicos sobre arquitectura y patrimonio, conceptos actuales, como herramienta para poder valorar nuestro patrimonio construido, incentivando la participación ciudadana y promoviendo el empoderamiento como comunidad y su rol en la protección del patrimonio.

La investigación que respalda este proyecto ha sido extensa. ¿Qué dificultades encontraste?

Los Ángeles no cuenta con un archivo histórico; mucha información se fue perdiendo a lo largo de los años. La mayor cantidad de información la he ido buscando en archivos nacionales, documentos académicos, incluso testimonios de personas que fueron parte de esos procesos. Todas esas pequeñas luces se han ido enlazando.

¿En qué etapa se encuentra actualmente el proyecto?

La investigación y registro fotográfico que contendrá esta guía ya se encuentra realizada. Ahora viene la parte de redacción y diagramación, así como también ejecutar las actividades de mediación con la comunidad local. Uno de ellos ya fue realizado en el mes de noviembre, estuvo dirigido principalmente a alumnos de la Escuela de Artes Visuales de la Corporación Cultural Municipal de Los Ángeles, instancia donde también se abrió la invitación a público general. Constó de dos jornadas, en la primera se entregaron conocimientos teóricos y en la segunda se generó una exploración plástica para reconocer elementos en el casco fundacional de Los Ángeles. Tuvo alta convocatoria, los asistentes se mostraron muy entusiasmados de participar y recibí gratos comentarios.

¿Cómo visualizas la continuidad del proyecto una vez finalizado el FONDART?

Me encantaría seguir profundizando en otras temáticas y en un futuro poder incluirlo en una segunda postulación de FONDART.

Como columnista de Vía Los Ángeles, ¿qué ha significado este espacio para ti?

Desde que me pidieron una entrevista en 2021 para la edición que celebraba su 10° aniversario, fue algo totalmente inesperado y a la vez un honor, ya que fue una confirmación de que mi trabajo tenía potencial. Desde el 2024 hemos colaborado más estrechamente, ya que escribo regularmente artículos que nos hagan reflexionar sobre nuestro patrimonio arquitectónico, lo cual ha permitido llegar a otro público e ir generando comunidad. Estoy enormemente agradecida de la Revista por haber creído en mí y en mi proyecto desde los inicios.