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Salud

BRUXISMO MASCULINO
Cuando el estrés muerde en silencio

Por Natasha Riquelme B.
Cirujano Dentista-Especialista en Periodoncia e Implantología

@dra.natashariquelme

En este Mes del Padre, quise detenerme en una afección silenciosa pero cada vez más frecuente entre los hombres que acuden a mi consulta: el bruxismo. Apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche, puede ser un reflejo del estrés acumulado, de tensiones laborales o personales, y con el tiempo, trae consecuencias importantes para la salud bucal y general.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una actividad involuntaria que se manifiesta generalmente durante el sueño, aunque también puede presentarse durante el día. Se caracteriza por apretar fuertemente o rechinar los dientes, muchas veces sin que la persona lo note. Si bien afecta a hombres y mujeres, se estima que los varones consultan menos por esta causa, lo que conlleva diagnósticos tardíos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es uno de los principales factores desencadenantes del bruxismo, y diversos estudios lo vinculan directamente con el estilo de vida moderno, el insomnio, el consumo de tabaco y cafeína. La Sociedad Española de Sueño indica que al menos un 8% de los adultos presenta bruxismo del sueño, y de estos, un alto porcentaje corresponde a hombres con rutinas exigentes o con antecedentes de ansiedad.

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Desgaste anormal de los dientes.
  • Dolor en la mandíbula al despertar.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Ruidos al apretar los dientes durante la noche (detectados por la pareja).
  • Sensibilidad dental.

Con el tiempo, puede derivar en problemas serios en la articulación temporomandibular (ATM), fracturas dentales, trastornos del sueño y disminución de la calidad de vida.

¿Cómo se trata?

El tratamiento es personalizado y puede incluir:

  • Férulas de descarga nocturnas.
  • Control del estrés mediante psicoterapia, actividad física o técnicas de relajación.
  • Revisión de hábitos como el consumo de alcohol, tabaco y cafeína.
  • Evaluación de la oclusión (mordida) y, si es necesario, ajustes dentales.

Lo más importante es no ignorar las señales y consultar a tiempo. Con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, el bruxismo se puede controlar eficazmente, evitando daños mayores.

Este mes, mi invitación como profesional es a los padres a que se prioricen. El bruxismo no siempre duele al principio, pero deja huellas. Si notas alguno de estos síntomas o simplemente hace tiempo que no visitas al dentista, este puede ser un buen momento para comenzar.

Cuidarse también es una forma de enseñar, de proteger y de dar amor.